Este libro va dirigido a todas aquellas personas que no son capaces de amarse de manera incondicional. A las que arrastran un sentimiento de inferioridad, a pesar de sus logros y de sus esfuerzos por cambiar la percepción de sí mismas. A las que desean superar convicciones muy arraigadas que les impiden quererse y aceptarse.

 La baja autoestima es la convicción interna de que uno no da la talla o no es digno de amor, por más que todo en la vida funcione de maravilla. A partir de una poderosa historia de la tradición zen, la del maestro que compara la mente con una taza llena a rebosar, Yong Kang Chan nos enseña a vaciar la mente de creencias, identificaciones y voces críticas —a separarnos de las identidades que la mente ha creado— para que podamos reconectar con nuestro yo espiritual.

 Vacía tu taza utiliza las herramientas del mindfulnes para promover ese despertar y guiarnos de nuevo hacia la conciencia. Un texto sencillo, con ejemplos de la experiencia del autor, que nos habla directamente al alma en un viaje de vuelta al espíritu yal amor. 

«Creerte a ti mismo es una de las peores cosas que puedes hacer, porque llevas mintiéndote toda la vida.»

Don Miguel Ruiz, El quinto acuerdo

Todos estamos familiarizados con esa vocecilla interna que, de una manera u otra, nos boicotea: nunca llegarás a nada, nadie te quiere, no eres una buena madre, no mereces ser amado… Es posible que reprimir esos pensamientos ayude temporalmente y tal vez reduzca la frecuencia del dolor, pero no resuelve las emociones subyacentes, que se encuentran enraizadas en lo más profundo de nuestras mentes. Por más que intentemos pensar en positivo, esa voz crítica vuelve a emerger una y otra vez.

 La realidad es que no podemos cambiar la mayoría de nuestros pensamientos. En cambio, podemos relacionarnos de manera distinta con ellos. ¿Y si no hiciera falta acallar al crítico interior?¿Por qué no desconfiar de nuestros propios pensamientos? Desde la sencillez y la verdad de la propia experiencia, Yong Kang Chan comparte técnicas de mindfulness para practicar el hábito de la incredulidad. Poniendo en duda la veracidad de lo que dice la mente, toda la experiencia vital se transformará. 

Pocas personas nos afectan, irritan e influyen tanto como nuestros padres. Pocas relaciones pesan tanto en nuestra autoestima. Con su enfoque fresco y auténtico, Yong Kang Chan aborda un tema fundamental de la psicología: el vínculo con los padres.  

No importa la edad que tengamos o los logros que hayamos alcanzado… Seguimos ansiando el amor y la aprobación de unos padres emocionalmente distantes, exigentes, narcisistas o eternamente críticos. Sedientos de reconocimiento, hacemos cuanto podemos por complacerlos, pero nunca parece ser suficiente. ¿Por qué es tan difícil para los padres amarnos como merecemos?¿Cómo influye esa incapacidad en nuestra vida de adultos?

            Yong Kang Chan propone un viaje de sanación interior a partir de dos poderosos arquetipos: el padre y el niño interior. Todo aquello que nuestros padres no fueron capaces de darnos, podemos recuperarlo ahora. A través de la reflexión y el mindfulness, este libro nos enseña a colmar las necesidades del niño interior para poder acceder, de una vez por todas, a una vida de amor.  

Una de las experiencias más universales, sea cual sea nuestra edad o situación sentimental, es la de sentirse aislado, desplazado, quizá rechazado o excluido, como un pez fuera del agua. La soledad tiene muchas caras, pero a menudo conlleva un sentimiento de desconexión, por más que estemos rodeados de gente. Con el estilo fresco y auténtico que ha conquistado a sus seguidores, Yong Kang Chan nos propone un recorrido de la soledad y el aislamiento a los sentimientos de confianza y amor que nos inundan cuando conectamos con el ser espiritual. Usando las herramientas del mindfulness, el joven maestro nos ayuda a superar los obstáculos psicológicos que nos impiden conectar con los demás, vencer las narrativas del ego y acceder a nuestra esencia libre e inabarcable, que no es otra que el amor. 

Es posible liberarse del sentimiento de soledad, del miedo a no encajar y del temor al abandono. Es posible conectar profundamente con los demás si antes regresamos a nosotros mismos.